» Historia

El propósito que guía a nuestra Asociación parte de una mirada amplia acerca de la complejidad de las sociedades contemporáneas y el rumbo que a escala global están tomando. A excepción de algunas experiencias regionales, vemos a nivel mundial la profundización de los procesos de globalización acompañado de un acrecentamiento de la desigualdad social como rasgo generalizado y característico de una época. Esto conlleva en materia de derechos humanos a situaciones de inequidad, violencia y vulneración de derechos que merecen ser advertidas por el impacto en las poblaciones. Pero simultáneamente hay disputas y tensiones que lograron imponerse y se reflejan en importantes avances en materia de derechos humanos sintetizados en Tratados, Convenciones así como en organismos internacionales.

Argentina es un país con una vasta tradición en temas de Salud Mental y Derechos Humanos tanto en lo que hace a su articulación interna como a los desarrollos autónomos de cada uno. Las particularidades de la historia Argentina, en cuanto a fenómenos de alta violencia como fueron las repetidas Dictaduras Militares y el impacto masivo de ellas en la población y en las instituciones, despertó en sectores de nuestra sociedad una búsqueda de instancias de reparación singular y colectiva para las víctimas y las comunidades. Esto se tradujo en experiencias variadas donde las/os psicólogas/os y otras/os trabajadoras/es de la salud mental crearon dispositivos, técnicas, intervenciones y un enfoque acorde al trabajo con esta población. Estos desarrollos se dieron simultáneamente a una reconfiguración de las políticas de reparación en Argentina y particularmente de implementación de procesos de justicia inéditos a nivel mundial por su modalidad y alcance. Asimismo, ello condujo a la participación en discusiones internacionales sobre derechos humanos y políticas de reparación desde una perspectiva latinoamericana.

Estas situaciones ubican a la Argentina como pionera en el mundo y abonaron a construir con absoluta legitimidad un campo propio de intervención: la Salud Mental y los Derechos Humanos.

Por otra parte, el campo de la Salud Mental tiene un desarrollo temprano, con experiencias pioneras de articulación interdisciplinar e intersectorial que se refleja entre otras cosas en el elevado número de profesionales de reconocida calidad en la formación. Esta tradición -no exenta de tensiones- logró construir un pensamiento crítico en torno a la práctica clínica, las instituciones de encierro, las violencias y la función del sistema de salud en su conjunto. Tradición que permitió también llegar a la sanción de una Ley local de Salud Mental de avanzada (Nº 26.657) que es un faro ordenador de estándares básicos en materia de salud mental incorporando a su vez como novedad a los Derechos Humanos de manera estructural de la normativa.